Elige qué hábitos tienes, cuáles quieres mantener, cuáles quieres eliminar y cuáles quieres conseguir. Teniendo tus objetivos trazados se te hará más fácil recordar por lo que estás trabajando y el estilo de vida al que quieres llegar.

1. Crea un plan de hábitos que vas a seguir

Una vez que definas tus objetivos, elige un grupo de acciones que quieres convertir en hábitos como levantarse temprano, comer 5 frutas y 5 vegetales al día, meditar en la mañana o leer un libro por las tardes. Procura que tu plan sea realista e intenta que el plan no te estrese. Es mejor hacer pequeños cambios que vas a mantener a cambios radicales a los que vas a renunciar

2. Sé constante

Tal vez haya momentos donde no tengas ganas de hacer ejercicio o levantarte temprano pero recuerda que la satisfacción viene después. El cerebro está programado para producir hormonas de la felicidad al cumplir objetivos. La constancia es clave. Cuando hayas repetido una acción durante dos meses se convierte en un hábito.

3. Piensa en el futuro

Hay personas a las que se les hará más fácil crear nuevos hábitos como hay personas a las que se les hará más difícil. Pensar en la gratificación futura te motivará en los días difíciles. 

4. No seas duro contigo mismo

Si los hábitos que estás intentando cumplir te causan estrés es momento de tomar un respiro y replantearlos. Ten paciencia, si no cumples con uno de tus objetivos hoy no es el fin del mundo. Reserva tiempo de tu semana para relajarte y celebrar que estás cumpliendo tus objetivos.


Fuente: Adidas Runtastic, National Institute of Health