La ansiedad, la tristeza, el dolor e incluso la ira son respuestas normales al brote de COVID-19, y las personas experimentarán estas emociones en diferentes niveles.

Los cambios en los patrones de alimentación o sueño, la dificultad para completar las tareas diarias y los problemas de salud crónicos pueden ser el resultado de factores que pueden afectar tu salud mental. Es por ello, que los especialistas en salud recomiendan lo siguiente:

Evita saturarte de información:

Estar todo el día pegado(a) a las redes, páginas web o a la televisión, solo hará que tu ansiedad aumente, ten en cuenta que, en la vida hay más cosas que el Coronavirus. Si vas a informarte, hazlo solo de fuentes confiables; no contribuyas a la desinformación.

Planifica acciones concretas de autocuidado:

Ponte horarios y cúmplelos (define la hora en la que te levantas, laboras, almuerzas y te duermes). Adapta la rutina que ya tenías a tu vida en casa, y si no tenías una, es una buena oportunidad para crearla.

Identifica las cosas que puedes controlar o no:

• Las que sí puedes controlar: tus pensamientos, tu rutina, tus hábitos para prevenir el contagio.
• Las que no controlas: la conducta de los demás, las cifras de infectados, las noticias falsas.
• Te puede ayudar hacer una lista en papel y tenerla a la vista para usarla como recordatorio.

Deja entrar tus emociones y no las juzgues:

Habla sobre lo que estás sintiendo con un profesional o alguien de confianza. Recuerda: sentir ansiedad e incertidumbre es normal y humano. Ninguna emoción es mala, solo debemos aprender a manejarla sin bloquearla.

“Recordemos que, nuestra seguridad es primero”