El uso cada vez mayor de drones ha creado un desafío para los gobiernos y los reguladores. En las manos equivocadas, pueden ser un arma peligrosa, capaz de causar daño y perturbaciones generalizadas. Pero la tecnología de drones también tiene un gran potencial para ayudar con la seguridad, cuando se implementa en las circunstancias adecuadas.